deformación artificial está sobre todo extendida entre los pueblos primitivos de América y África. Así, ciertos pueblos amerindios practican la deformación craneal consistente en la compresión fron-tooccipital, de modo que el cráneo se alarga sensiblemente sujetando tablillas en la frente y occipucio de los niños con vendajes muy apretados. Numerosos pueblos negroafricanos practican el alargamiento desmesurado de los labios, introduciendo en la boca discos de madera o de arcilla. Entre las deformaciones patológicas, destacan las del hombro, mano, pie, rodilla, columna vertebral, cráneo, cara, dedos, miembros y tronco. Entre las deformaciones del hombro destacan la escápula alada, que se observa, sobre todo, en individuos de constitución asténica (caracterizada por debilidad muscular, hipotensión y fácil fatiga) y que puede ser signo de desviación lateral de la columna vertebral, de atrofias musculares y medulares, o indicio de parálisis del gran serrato, o bien tener un origen neurítico o traumático. La elevación congénita del hombro se asocia, en cambio, a defectos de las últimas vértebras cervicales o de las primeras dorsales. Entre las deformaciones de la mano, destacan: la mano* en garra; la retracción de la aponeurosis palmar (flexión de los dedos que afecta a todas las falanges, quedando casi siempre libres el índice y el pulgar); la retracción isquémica de los flexores (lesión de la arteria humeral que dificulta la vascularización de los músculos flexores, en los que se reduce la circulación arterial, a lo que sigue una retracción de los tendones flexores de la mano), y la mano reumática. Las deformaciones más comunes del pie* son: pie arqueado; pie plano, y una serie de actitudes viciosas del pie por desviación del eje de sus segmentos (pie equino, pie varo, pie valgus, etc.), que pueden ser congénitas o adquiridas (debidas a parálisis, fracturas, etc.). Las deformaciones de la rodilla (genu-valgum, genu-varum) pueden ser traumáticas, raquíticas, endocrinas o congénitas. Entre las malformaciones congénitas del esqueleto axial, se observan: hipertrofia de la apófisis transversal de la séptima cervical (costillas cervicales supletorias); espina bífida (desarrollo incompleto del arco vertebral posterior, que no llega a cerrarse); sa-cralización de la quinta vértebra lumbar y lumbarización de la primera vértebra sacra (a las que se suelen atribuir las manifestaciones patológicas lumbago* y ciática*); escoliosis y cifosis. Las anomalías congénitas de los dedos tienen un